Una de las reservas ecológicas más importantes de la Ciudad de México es el bosque del Desierto de los Leones, localizado en la delegación Cuajimalpa; lugar donde se edificó un convento que actualmente es un Museo de Sitio y cuyo principal objetivo es brindar a los visitantes opciones culturales diversas desde conciertos de música sacra y ferias de horticultura, hasta interesantes recorridos nocturnos.
De acuerdo con el Sistema de Información Cultural, el Museo de Sitio del Ex Convento del Desierto de los Leones fue fundado el 1 de junio de 2004.
No obstante, la construcción del recinto data del siglo XVII y está rodeado por mil 529 hectáreas de bosque. En sus inicios era conocido como «Santo Desierto de Nuestra Señora del Carmen de los Montes de Santa Fe”.
A pesar del paso del tiempo, el museo conserva las celdas y oratorios donde los frailes pertenecientes a la orden de los Carmelitas Descalzos vivían en comunión con sus ritos espirituales.
Debido a que no eran aptos para tener cargos seculares, es decir, un beneficio eclesiástico que otorgaba rentas basadas en impuestos religiosos como los diezmos, ellos lo hacían a través de la familia León , la cual los representó muchos años frente a la Corona Española, de ahí derivó el nombre del sitio.
Este lugar también fue pensado para hacer retiros espirituales en la naturaleza, misma que permitiría la entrega total a la reflexión.
Otro de los parajes más representativos del convento es el sótano que resguarda un sistema hidráulico y por las noches se convierte en escenario narrativo de historias y leyendas.
A unos cuantos pasos de la edificación central se encuentra la «Capilla de los Secretos», cuya particular arquitectura sólo permite el contacto auditivo entre dos personas que se encuentran en la misma sala.
Como dato adicional, durante la época de la Revolución Mexicana, este espacio fue refugio de asaltantes, cuartel de zapatistas y hasta una fábrica de vidrio.
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